Por JAVIER FRANCO
La presencia de calizas en los Picos de Europa ha condicionado fuertemente su paisaje en el que la disolución kárstica, actuando durante los últimos miles de años, ha configurado un relieve en el que el lapiaz, las dolinas y las profundas galerías subterráneas son los principales elementos.
Ya de épocas más modernas destacan los restos de la intensiva actividad minera, que en ocasiones ha modificado profundamente la configuración del paisaje de los Picos de Europa como esta bocamina que podéis ver en la fotografía donde una simpática vaca se resguarda del abrasador sol que reina en estos parajes durante la estación estival.