Por JAVIER FRANCO
Los molinos fluviales forman parte indispensable del paisaje agrario en Liébana, donde pudo haber más de un ciento, aunque la mayoría están desaparecidos o en muy malas condiciones y son muy pocos los que quedan completos y menos aun los que están en condiciones de uso. La maquinaria se accionaba con una gran rueda hidráulica que se movía con la fuerza de la corriente y estaba colocado en un lateral exterior de la construcción.